sábado, 8 de diciembre de 2012

Danny el campeón del mundo

Título: Danny el campeón del mundo (1975)
Autor: Roald Dahl
Editorial: Alfaguara, Madrid, (1997)
Ilustraciones: Quentin Blake
Pág.: 195

Enlaces de interés:


 “Me apasiona enseñar a los niños a convertirse en lectores, a sentirse cómodos con un libro, no impresionados. Los libros no deberían asombrar, deberían ser divertidos, apasionantes y maravillosos; y aprender a ser lector significa una enorme ventaja”.  ROALD DAHL


"Libro divertido, apasionante y maravilloso", tomando las palabras de Dahl, podría ser un buen resumen para esta novela. Danny es un niño de nueve años que vive con su padre en un carromato junto a la gasolinera y taller de mecánica donde reparan coches. Danny adora a su padre; él le ha enseñado a desmontar un motor, le cuenta cuentos cada noche y pasan muy buenos momentos juntos. Pero la mejor aventura está por llegar: un buen día, Danny descubre que su padre es cazador furtivo de faisanes. Si quieres descubrir por qué Danny es el campeón del mundo, no tienes más que empezar esta novela que te leerás en un periquete.

  • Lo que más me  gusta de la manera de escribir de Roald Dahl son las descripciones: la manera que tiene de captar la esencia de una persona con dos o tres pinceladas:
"El capitán Lancaster, a veces llamado "el flaco", era un hombre odioso. Tenía el pelo de un encendido color zanahoria, un bigotito recortado azanahoriado y un genio de todos lo demonios. De las ventanillas de la nariz y de las orejas le salían pelos color zanahoria." (pág. 104)


  "El sargento Enoch Samways, como yo sabía bien, era el policía del pueblo. Era un hombre enorme y rollizo, con un hirsuto bigote negro, que paseaba arriba y abajo por la calle Mayor con el andar orgulloso y medido de quien sabe que tiene autoridad. Los botones de plata de su uniforme brillaban como diamantes, y sólo verlo me asustaba tanto que cruzaba a la otra acera cuando él se aproximaba."(pág. 150)
 
  • También me gustan muchos las imágenes literarias que utiliza para dar viveza a sus narraciones, como por ejemplo:
"El mundo en el que yo vivía lo constituían la gasolinera, el carromato, el taller, el colegio y, por supuesto, los bosques y los prados y los arroyos del campo. Pero nunca me aburría. Era imposible aburrirse en compañía de mi padre. Era un hombre demasiado chispeante para aburrirse con él. Los proyectos, los planes y las ideas nuevas saltaban de su mente como saltan las chispas de una piedra de afilar." (pág. 22)
"Las palabras salían de la boca del señor Hazell como la lava candente de un volcán en erupción." (pág. 175)



Roald Dahl en la vieja cabaña de su casa en Inglaterra, donde se sentaba a escribir.